Esta celebración nos invita a detenernos y mirar con otros ojos a esos silenciosos guardianes de la vida: los árboles. No son solo parte del paisaje; son refugio, alimento, oxígeno, memoria y futuro. Celebrar el Día del Árbol es reconocer su papel esencial en el equilibrio del planeta y en nuestra propia existencia.

Cada árbol plantado es un acto de esperanza. Es sembrar tiempo, sombra y aire puro para quienes vendrán. En un mundo que a menudo corre sin mirar atrás, este día nos recuerda que cuidar la tierra es cuidar de nosotros mismos.

Desde la FCA queremos poner en valor nuestros árboles nativos, aquellos que nos dan identidad y proveen servicios ambientales invaluables, como el algarrobo, el aromito, el chañar y el quebracho blanco.

En esta ocasión compartimos un spot sobre la importancia de la vegetación natural que crece en los bordes de rutas y caminos rurales, la cual puede convertirse en un verdadero corredor biológico al conectar paisajes, ecosistemas y hábitats, en consonancia con lo establecido por la Ley del Árbol N.º 13.836. Con este mensaje invitamos a la sociedad —y en particular a nuestros estudiantes y profesionales— a conocer, valorar y difundir su importancia.