Los rectores de la Universidad Nacional del Litoral (UNL), Enrique Mammarella, y de la Universidad Nacional de Rosario (UNR), Franco Bartolacci, brindaron una charla conjunta este martes en la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales (FCJS) de la UNL. Con un gran acompañamiento de público, dialogaron sobre la realidad presupuestaria de las casas de estudios y sobre el modelo de universidad que Argentina necesita.
En primer término, el rector de la casa de estudios rosarina indicó que para entender la realidad de las universidades hay que empezar por tener claro el estado de situación presupuestaria y el contexto social. Ambos rectores coincidieron en que la situación financiera es crítica. “No estamos dramatizando cuando decimos que tenemos grandes dificultades para poder realizar las actividades diarias”, señaló Bartolacci. Por su parte, Mammarella sostuvo que si las universidades públicas aún siguen abiertas, “no es porque recibimos dinero, sino porque estamos administrando la miseria”.
Para los rectores, el esfuerzo administrativo descomunal que realizan “es como hacer magia o malabares”. Al respecto, Mammarella detalló que las gestiones son “más eficientes y eficaces que las de cualquier otra institución” y aclaró que las universidades santafesinas tienen grandes edificios que ocupan manzanas, de tanta magnitud como la Casa Rosada. “Si quieren abrir las cuentas, nosotros estamos dispuestos a mostrarles lo que nos cuesta el mantenimiento de las universidades y lo que estamos recibiendo para trabajar”, expresó.
Sobre las auditorias en las gestiones administrativas, el rector de la UNL dijo que todas las universidades rinden cuentas. “Trabajamos en programas de transparencia y estamos haciendo que cada peso de los impuestos de los argentinos se ejecute de la mejor forma posible”, aclaró y agregó que a 30 años de la conquista de la autonomía universitaria “al control sobre las universidades, no lo vamos a permitir”.
Una situación crítica
Bartolacci detalló cómo se encuentra el presupuesto universitario. El principal inconveniente está en las cuotas de gastos de funcionamiento, que se trata de servicios como la luz, pero también de obras, del mantenimiento y la limpieza de los edificios, becas, residencias, comedores, proyectos de investigación y desarrollo científico. Esa parte del presupuesto quedó en los mismos valores que en septiembre de 2023. “El año pasado también fue difícil de transitar, tuvimos dos cuotas de refuerzo que no se anexaron al presupuesto, pero llegamos con lo justo”, advirtió. “Hubo una gran distorsión por el contexto inflacionario en el que los acuerdos paritarios aumentaron los salarios pero los gastos de funcionamiento quedaron iguales”, precisó.