Durante todo el año la Facultad de Ciencias Agrarias de la UNL, a través de la Cátedra y la Maestría en Cultivos Intensivos, en conjunto con investigadores del PRODOCOVA (Programa de Documentación, Conservación y Valoración de la Flora Nativa), trabaja en tareas de concientización acerca de la importancia de la infraestructura verde urbana y el cuidado de los bosques nativos. Este accionar contempla la implementación de campañas educativas, organización de charlas, cursos y jornadas de capacitación, elaboración de videos y materiales pedagógicos, entre otras herramientas. 

En 2012, la Asamblea General de Naciones Unidas proclamó el 21 de marzo como Día Internacional de los Bosques. Una década después, pese a los beneficios económicos, ambientales y sociales que brindan, los bosques se encuentran amenazados por incendios, sequías, plagas y una deforestación sin precedentes.

Como un aporte a la toma de conciencia social en esta materia, compartimos un breve escrito con reflexiones a cargo de la Ing. Agr. Verónica Kern, integrante de la Cátedra de Botánica Sistemática Agronómica y del Programa de Documentación, Conservación y Valoración de la Flora Nativa de Argentina (PRODOCOVA).

 

Bosques Nativos
Los bosques nativos son ambientes naturales donde predominan los árboles, que cubren con su copa, la mayor parte del territorio. Se trata de sitios donde conviven infinidad de seres vivos que se relacionan entre sí en el complejo entramado de la vida.

Resguardan la diversidad biológica. Protegen los suelos y sostienen su fertilidad. Son reservorios de carbono atmosférico, mitigando el calentamiento global. Generan oxígeno. Participan del ciclo del agua, favoreciendo la infiltración, su retención y consumo. Atemperan los vientos, regulan las temperaturas y el clima local. Todos ellos, son servicios ambientales vitales que se reconocen en su sola existencia.

Además, pueden obtenerse bienes de los bosques nativos, preservando el recurso. Carnes, mieles, medicinas, alimentos. Son ambientes productivos que demandan conocimiento y dedicación para cumplir con la imperiosa premisa de producir conservando.

Bosques y sociedad están estrechamente vinculados, en una conexión prístina, evolutiva y biológica. La cultura de los pueblos surgió de su relación con el entorno y la sobrevivencia del hombre depende del ambiente y su aptitud para sostener la vida.

La provincia de Santa Fe posee bosques, estimados en 1.750.000 has de las 6.000.000 registradas a principios de siglo pasado. Aún los podemos ver en el norte, con imponentes quebrachos y guayacanes, en la zona costera, con curupíes, seibos y sauzales y en el centro santafesino, con algarrobales poblados de aromitos, talas y chañares.

Preservar los bosques que aún nos quedan es un derecho consagrado en las leyes, un acto de sobrevivencia, un deber hacia las generaciones futuras, una muestra de humanidad y solidaridad y, en el contexto actual, es, sin dudas, un enorme desafío.