En la amena charla establecida, Martín contó que “cuando uno se recibe de Ingeniero Agrónomo sabe de todo un poco. Para mí, luego del egreso, comienza una carrera nueva en la que te especializás en un tema. Particularmente me gustaba agricultura de precisión, agronegocios; nutrición y producción de leche.

Y fue entonces que “empecé por lechería. En ese momento envié más de 200 curriculums y me llamaron de Nueva Zelanda para incorporarme a un establecimiento lechero. Fue una grata sorpresa y, a la vez, se presentaba como un gran desafío porque no tenía experiencia ni sabía idioma. Cuando llegué a mi primer trabajo en la ciudad de Wanaka e inicié mis tareas en lechería me di cuenta que empezaba a trabajar en una muy interesante disciplina. Hay tantos aspectos nuevos por desarrollar que me di cuenta que no me iba a dar el tiempo para enfocarme en las otras áreas que me gustaban. Sí me gustaría hacer alguna maestría en Nutrición animal, pero, por ejemplo, lo de agricultura de precisión voy a tener que apartarlo” relató.

Además, contó que “las cooperativas funcionan muy bien. Por ello los productores se potencian, se ayudan y saben que, si a uno le va bien, al otro también le irá bien. Las casas de los empleados son muy buenas. Son viviendas de ciudad. Tienen todos los servicios, conectividad y las rutas asfaltadas. Los empleados tienen descansos. Por ejemplo, si trabajan cinco días, tienen dos de descanso” detalló, tras lo cual agregó que “está todo regulado. Después de un año de trabajo, le corresponde un mes de vacaciones. No importa si recién empezás o si tenés 30 años de antigüedad, te corresponde un mes y así es”.

En cuanto a conocimientos, “Argentina no tiene nada que envidiarle a Nueva Zelanda.  En algunas ramas somos superiores a ellos. En referencia a las ganas de progresar, a eficiencia y en el trabajo también. Lo que nosotros tenemos es que vemos todo el sistema; ellos ven el día a día o la semana. Allá, por ejemplo, les llama la atención que en Argentina no podamos sacar la leche los días de lluvia; porque allá hay muchas rutas y lo pueden hacer con normalidad. Son muy ordenados, usan el sentido común y hay seguridad. No hay peajes y tampoco existen los gremios o sindicatos” pormenorizó.

En este sentido, añadió que este sistema “te estimula y te incentiva a trabajar y a crecer. Oportunidades hay para todos”.

En Tasmania, su nuevo lugar de trabajo, “el sistema va a ser similar al de Nueva Zelanda. Es pastoril bajo riego. No me va a costar adaptarme mucho porque es algo que vengo haciendo hace tres años” detalló.

Finalmente, destacó que nuestro país “tiene la variedad de climas y suelos ideales para producir de todo. El campo tiene un potencial extraordinario”.

 

Distinciones:
Martín Rostagno obtuvo el reconocimiento de Farming Knowledge Award y también accedió al tercer puesto en la categoría regional Trainee of the Year.