A unos pocos días de inaugurado el Ciclo Lectivo 2020 en la Escuela de Agricultura, Ganadería y Granja (EAGG) de la Universidad Nacional del Litoral (UNL), se pusieron en vigencia las medidas de aislamiento social y de suspensión de clases presenciales adoptadas a partir de la declaración de pandemia del Covid-19. Esta situación obligó a plantear nuevas estrategias tanto para continuar formando a los más de 250 alumnos procedentes de la ciudad de Esperanza y de distintas localidades de la región, como para mantener operativa una escuela de modalidad agropecuaria, localizada en zona rural y en un predio de más de 300 hectáreas.

Vínculos para aprender
“En este tiempo de pandemia la Escuela Granja continúa acompañando a los estudiantes y sus familias poniendo en marcha diferentes dispositivos, con el objetivo de fortalecer los vínculos para sostener y coordinar las nuevas rutinas y horarios”, explica la vicedirectora a cargo de la escuela, Liliana Giménez.
Con el fin de garantizar la continuidad pedagógica y acompañar las trayectorias educativas de los estudiantes, la EAGG apostó fuertemente a la educación en modalidad virtual, abriendo múltiples canales de comunicación. Luego de un relevamiento contextual, se implementaron los correos electrónicos, los grupos de whatsapp y las reuniones virtuales, así como una plataforma para compartir apuntes y actividades, función ésta que -entre otras- actualmente cumplen los más de 100 cursos creados en el Entorno Virtual UNL.
En este sentido, Giménez remarcó que “estamos en conocimiento de determinadas asimetrías estructurales que atraviesan la cotidianidad de las familias de nuestra comunidad, motivo por el cual elaboramos esquemas de trabajo y acompañamiento flexibles y acordes, reconociendo las singularidades de cada alumno y de su entorno particular”.
Se destaca, además, el trabajo de los docentes, quienes desde sus casas diseñan estrategias pedagógicas en virtud de motivar el interés de los alumnos, manteniendo la calidad educativa con respuestas creativas, en un doble esfuerzo por enseñar al tiempo de aprender a incorporar herramientas tecnológicas necesarias en la virtualidad.
Por otra parte, la enseñanza práctica que habitualmente se desarrolla en las secciones didáctico-productivas de la escuela también debió adaptarse a la nueva realidad. Registros audiovisuales que realizan los docentes acerca de las técnicas que se deberían implementar en cada rutina, les permiten abarcar los temas curriculares y salvar en parte la distancia casa-escuela. Sin embargo, “sabemos que las estrategias implementadas para que el estudiante aprenda haciendo no son posibles en esta cuarentena. Pero tenemos la certeza de que cuando reiniciemos la presencialidad se retomarán esos saberes previos para dar lugar a que adquieran las destrezas, las técnicas de cada espacio agropecuario” aseguró Giménez.

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