En la Facultad de Ciencias Agrarias (UNL) quedaron inaugurados los Laboratorios de Análisis de Desechos Pecuarios. Fueron construidos para desarrollar capacidad analítica del impacto de los efluentes como fertilizantes en la actividad agropecuaria, y así brindar información precisa para mejorar la respuesta de los cultivos y la sustentabilidad ambiental.

 

El acto fue presidido por el rector de la Universidad Nacional del Litoral, Dr. Enrique Mammarella;  el decano de la Facultad de Ciencias Agrarias, Dr. Norberto Gariglio; el señor Director de Obras y Servicios Centralizados, Arq. Marcelo Saba; el Gerente de Producción Lechera de Las Taperitas S.A., Ing. Agr. Gustavo BENZI, así como el miembro del Directorio de Sucesores de Alfredo Williner S.A., el Ing. Agr. Javier Williner; y el Ministro de Medio Ambiente de la Provincia, Ing. Jacinto Speranza.

Según el decano Gariglio “la necesidad de estos laboratorios es consecuencia de la intensificación de la producción bovina de leche y de carne, y porcina, que ha caracterizado a nuestra región en los últimos años. Para atender esta problemática se formuló el proyecto denominado ‘Desarrollo de un sistema de gestión integral de desechos pecuarios para promover la producción agronómica y ambientalmente sostenible’, cuya directora es la Dra. Silvia Imhoff, quien es Docente-Investigadora de la FCA-UNL y del CONICET”.

Este proyecto “está enmarcado en el programa denominado Fondo Argentino Sectorial (FONARSEC), del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva (MINCYT) de la nación, y que este tipo de convocatoria tiene la característica sobresaliente de promover la articulación público-privada, en este caso la empresa Las Taperitas S.A., y la Universidad Nacional del Litoral, a través de la FCA y la Secretaría de Vinculación Tecnológica. Así tenemos una empresa que busca innovar, solucionar una problemática específica (en esta caso disminuir el impacto ambiental de los desechos pecuarios), y por otro lado una Universidad que aporta los recursos humanos calificados para investigar la problemática planteada por la empresa, y también para la gestión del proyecto” valoró.

 Finalmente, Gariglio agradeció “a las instituciones del medio, y en este caso en particular a las Taperitas S.A., por confiar en la Facultad de Ciencias Agrarias y en la Universidad Nacional del Litoral, para el estudio y resolución de sus problemáticas”.

Por su parte, Gustavo Benzi agradeció a todos los actores que participaron en esta concreción.  “Es el primer laboratorio completo de esta gran zona litoral. Aquí podemos traer las muestras e irnos sabiendo cuánto contiene de nitrógeno, fósforo, azufre o microelementos para ver cuánto tenemos que aplicar y de este modo hacer un buen uso agronómico de los distintos tipos de desechos sin que se produzcan desbalances en el suelo” detalló.

Para Benzi “hay que celebrar que los agrónomos tengamos esta herramienta. Es un nuevo campo de acción que se abre en la carrera. Hasta el momento aprendíamos a utilizar fertilizantes químicos y esto es un mundo nuevo que no pasa solamente por la aplicación eficiente o agronómica de los desechos, sino que se trabajan planes de rotación. Muchos de estos desechos tienen efectos acumulativos en el suelo y lo pudimos ver en el proyecto. Es un campo de acción nuevo para los agrónomos que se va a desarrollar a partir de esta temática, siempre haciendo un uso responsable del suelo y consciente del rol social que desempeñamos profesionalmente, con el menor impacto ambiental posible”.

 

Necesidad y oportunidad

Con esta inauguración, el rector Enrique Mammarella resaltó la coronación “de un  proyecto exitoso; al articular desde los estados nacional, provincial o municipal, según corresponda, políticas que permitan que el sector privado y/o productivo entienda que donde haya una necesidad, la pueda transformar en una oportunidad”. Para los universitarios es importante “dar respuestas a las necesidades del medio; asumir los desafíos y trabajar en conjunto” puntualizó.

Resulta de interés “pensar que cada una de las actividades que estamos produciendo, tiene un montón de oportunidades más para poder desarrollar la economía y conocimientos que formen parte de nuestro entramado productivo, pero fundamentalmente, solucionar los problemas propios de la región”.

Hoy  “finalizamos esta idea de Las Taperitas que se acercó a la Universidad con una línea de financiamiento nacional que marca una política y una necesidad de poner ojo en cada uno de los problemas. Este proyecto es uno de los tantos proyectos que la UNL desarrolla conjuntamente con empresas para solucionar problemas productivos, generar nuevos productos innovadores y nuevos procesos, que agreguen valor”.