En diálogo con la prensa, señaló que “el Observatorio fue creado en 2016 por la entonces  Subsecretaría de Lechería de la Nación que con buen tino determinó que se maneje en forma externa al gobierno. Entonces delegó esa actividad a la fundación del Plan Estratégico para la Cadena Láctea Argentina; es una fundación que está conformada por representantes de la industria lechera y de la producción primaria. Ahí decidieron conformar el Observatorio, me contrataron y estoy trabajando en ello” detalló.

Al respecto, puntualizó que “la idea es generar información sectorial de toda la cadena para transparentar  básicamente la relación entre la producción y la industria y buscar, a través de esa información, soluciones hacia el sector”.

En cuanto a los datos que brindan, Giraudo contó que “la idea es brindar información del mercado internacional, de cómo se viene comportando. Es decir, a diario tenemos un clipping de noticias donde vamos marcando las tendencias del mercado mundial que obviamente después van a tener impacto en la lechería argentina. Y también los datos propios del sector lechero argentino en sus diferentes facetas: comercial, industrial y primaria, para tener elementos o herramientas para que cada uno de los actores de la cadena pueda tomar decisiones en base a eso”.

Respecto a cómo responden esos actores al Observatorio, sostuvo que “por el momento, estamos viendo una utilización muy grande del sector oficial, del académico, de los medios de comunicación, de la industria y lo que se está notando es una falta de conectividad con el sector primario. Nuestra misión es hacer y entiéndase muy bien la palabra, docencia sobre el entendimiento de la información. Hay mucha información circulando, pero es difícil comprenderla y la idea es ir mostrándola de a poco para que todo el sector vaya entendiendo por qué el sector funciona de determinada manera. Si uno se basa exclusivamente en los medios de comunicación, sabemos que hay gente especializada en los medios y otra que no; así como hay gente con buenas intenciones y otras que no” ejemplificó.

En referencia al consumo de lácteos, Giraudo confirmó que “creció un 10 % en lo que va del año. Ha tenido un cambio en el mix, es decir, cuando los recursos  son más escasos, se agudiza el ingenio en el consumo. Cayó el consumo de leche fluida, pero aumentó más que significativamente el consumo de leche en polvo. Es decir, el ama de casa compra leche en polvo y la reconstituye”.

En este sentido, agregó que “tenemos un consumo argentino muy particular. Nuestra descendencia italiana hace que comamos entre 12 y 13 kilos de queso  por habitante y por año. Esto significa 130 litros de leche. Estamos en los mejores niveles de consumo de América Latina. Ojalá lleguemos a los niveles europeos de más de 300 litros, pero estamos en 210 litros, cifra que no es baja. Sí tenemos problemas de distribución de ese consumo.  Personalmente sé que consumo 300 litros de leche, y si el consumo medio es de 200, sé que algunos están consumiendo 100 o menos. Los argentinos tomamos muy poca leche, tomamos 40, 45 litros de leche líquida. Normalmente, en un país desarrollado, supera los 100 litros. Son cuestiones que hay que modificar pero tampoco se puede hacer de la noticia objetiva una intencionalidad política”.