La convocatoria reunió experiencias que se dividieron en 4 categorías: Asociativismo para crecer; Jóvenes en acción; Innovación tecnológica/tecnologías apropiadas; y Perspectiva de Género.

En la categoría Innovación tecnológica/tecnologías apropiadas, obtuvo el 2º premio  experiencia de Argentina del postulante  Ing. Agr. MSc Juan Marcelo Zabala, docente investigador de la Facultad de Ciencias Agrarias (UNL) e integrante del PRODOCOVA. Al respecto, merece destacarse que la experiencia se denomina “Valorización de los recursos fitogenéticos (RRFF) a través de pequeñas empresas productoras de semillas de forrajeras nativas”.

En relación a esta experiencia, Zabala señaló que “el grupo de trabajo de la Facultad de Ciencias Agrarias del que formo parte y que se dedica al estudio de especies nativas de interés agronómico se formó en la década de 1980. Está conformado por docentes-investigadores de las Cátedras de Botánica Sistemática Agronómica, Genética, Mejoramiento Vegetal y Animal, Ecología y Microbiología. Inicialmente los estudios estuvieron orientados a aspectos botánicos relacionados con la distribución, ecología y biología de las especies nativas. Luego comenzaron los programas de mejora genética de especies nativas forrajeras. El trabajo del grupo se enmarca actualmente en un Programa de interés institucional de Documentación, Conservación y Valoración de la Flora Nativa, en el marco del cual la Facultad de Ciencias Agrarias ha creado el Banco de Germoplasma, el primero en la provincia de Santa Fe y uno de los únicos en Argentina dedicados a la flora nativa”.

El Banco cuenta con una importante “colección de especies forrajeras de diferentes procedencias, producto de varios viajes de colecta o solicitados a bancos de germoplasma nacionales e internacionales. A modo de ejemplo se puede mencionar que se mantienen en cultivo, o a través de semillas convenientemente conservadas, distintas procedencias de diversas especies, entre las que se destacan colecciones únicas (no conservadas en otros bancos de germoplasma de Argentina) de Elymus scabrifolius (36 poblaciones), Desmanthus virgatus -sensu lato- (35), Desmodium incanum (10), Macroptilium lathyroides (26), M. bracteatum (21), M. erythroloma (18), Bromus auleticus (7), Sporobolus indicus (8), Sporobolus phleoides (5), Trichloris crinita (31), Trichloris pluriflora (22), Setaria lachnea (15) y Axonopus suffultus (2). Las entradas de estas especies se encuentran en constante incremento por medio de dos viajes de colecta anuales, muchos de los cuales se realizan en campos de pequeños productores ganaderos” detalló el investigador.

Asimismo valoró que “fruto de los trabajos realizados se cuenta con valiosos materiales mejorados de tres especies de leguminosas forrajeras nativas inscriptas ante el INASE”.

En una breve reseña de la experiencia, Zabala contó que “diversos ensayos de experimentación adaptativa realizados en campos de pequeños productores de la provincia de Santa Fe tuvieron el objetivo de determinar el manejo y momento óptimo de cosecha en tres cultivares desarrollados por la UNL, cv. Kakan de Desmanthus virgatus, cv. Mancebo de Macroptilium lathyroides y cv. Don Augusto de Macroptilium erythroloma; el desarrollo de prototipos de maquinaria utilizada en la producción de semillas;  y la discusión con los productores de la mejor forma de asociación para la producción de semillas.

Los recursos financieros utilizados se obtuvieron de la presentación de proyectos en diferentes organismos (Universidad Nacional del Litoral, Ministerio de Educación, Ministerio de Ciencia y Tecnología de la Nación y CONICET).

Por otro lado, se difundieron los resultados obtenidos en diferentes jornadas y congresos,  incluyendo, además, un Taller en la localidad de Alejandra, Santa Fe, en el que participaron unos 120 pequeños productores y técnicos de la zona.

 

De interés

El FIDA (Fondo Internacional para el Desarrollo Agrícola) decidió apoyar la institucionalización de las políticas de desarrollo rural y reducción de la pobreza y en 1999 inició su apoyo con una donación a los gobiernos del Mercosur, más Chile y Bolivia.

Cumplidas diferentes fases a nivel del bloque, en 2012 el programa pasa al CLAEH y se inicia una nueva etapa en el proyecto, con una dinámica institucional.