En la Facultad de Ciencias Agrarias (UNL), el Proyecto de Extensión “Formando jóvenes con una visión diversificada y sustentable de la agricultura”, tiene como directora a Ma. Cecilia Curis. En una charla, detalló cuáles son los objetivos del mismo, y cómo ha sido este primer año de trabajo.

Trabajan con un concepto clave que es biodiversidad, ¿cómo lo define? ¿Qué es para ustedes la biodiversidad?
En este proyecto la idea de encarar la biodiversidad, es que los chicos vean que cuanto más biodiversidad vegetal hay, es decir de cultivos, mayor diversidad de insectos o de agentes biológicos hay; es decir, existen más insectos benéficos y eso hace que haya un mayor equilibrio en los agroecosistemas. Y como también está incluida la cátedra de climatología, vemos cómo esa diversidad va a favor o en contra de lo que está sucediendo ahora, como el calentamiento global. 
El trabajo está orientado a que los chicos puedan tener conciencia de que con pequeñas acciones se puede seguir manteniendo una cierta diversidad vegetal y eso va favoreciendo también otros aspectos de la diversidad como la parte de plagas (que es la parte que nosotros vemos) o insectos, y cómo esa diversidad favorece la presencia de insectos benéficos. Y así permitir que se mantenga el sistema en un equilibrio mucho más armónico que un sistema agrícola de hoy en día, de monocultivo, con una pérdida de diversidad prácticamente total.

Entonces,  ¿ustedes buscan que no haya monocultivo?
 Exacto; prevalece tender a la rotación, a la diversidad de cultivos.

¿Y cómo toman el tema de los fertilizantes?
En este caso no lo tratamos. Primero porque trabajamos con chicos de escuela secundaria, que muchas veces aún no están capacitados para encarar ese tema. Pero sí en la parte de diversidad biológica de cultivo, porque es algo que para ellos es mucho más accesible, más fácil de ver. Y de hecho los vamos a llevar al campo para que puedan ver la diferencia. Por ejemplo, los llevas a un cultivo anual, por decirte un maíz  y los llevas a una alfalfa que generalmente se deja tres o cuatro años en el campo, entonces ven que en la alfalfa hay muchos más insectos pero menos daño. Porque es un cultivo al que se le agregan menos agroquímicos y entonces las poblaciones, si bien son más elevadas, hay también mucho más insectos benéficos, y eso hace que haya mucho más equilibrio en un cultivo así que en uno, por ejemplo, de maíz, vas y tal vez encontrás mucho daño por algún tipo de plaga y menos cantidad de insectos benéficos. Esas son cosas que los chicos pueden ver bien, y eso es a lo que apuntamos, a que puedan ver la importancia de la diversidad en los cultivos.

Acá en la Argentina y, sobre todo en la región de Santa Fe, ¿se tiende al monocultivo?
En realidad sí, más en la zona de Buenos Aires. Acá, depende mucho de la actividad. Cuando se hace agricultura, hoy en día, casi todo es soja, y en nuestra zona, gracias a Dios, bastante de maíz. Pero cuanto más te vas a la zona de Buenos Aires, es cada vez más el monocultivo de soja. También depende de la producción donde hay más tambo, generalmente la producción es más diversificada. Pero cuando se pasa del tambo a la agricultura, se va tendiendo al monocultivo. 

¿Cómo plantean ustedes el poder lograr el desarrollo sustentable?
 En realidad, en este trabajo, lo que intentamos es que los chicos tomen conciencia. Yo estoy convencida de que los jóvenes tienen mucho más conciencia de lo que es la sustentabilidad que la gente adulta. Y mucho de estos chicos van a ser, el día de mañana, productores, ingenieros agrónomos o veterinarios. Entonces la idea es que ellos puedan, en base a mantener la diversidad, ver como un sistema puede ser mucho más sustentable agroecológicamente. Empezamos a hablar de lo que es la agroecología, término que hace bastante está impuesto en el mundo. Pero en nuestro país recién ahora se está hablando un poco más. Y no es sólo basado en la producción, cuando se habla de agroecología a nivel mundial, sino que se habla de  la parte social, económica. Porque hay países donde las producciones son pequeñas; entonces, de lo que se está hablando, es que la gente que produce pueda ser cada vez más independiente del mercado, que pueda producir y diversificar su propia explotación, es decir, que pueda cerrar el circuito de la propia explotación. 
Al respecto, nosotros no encaramos a que ellos actúen sobre la sustentabilidad, sino a que ellos puedan tomar conciencia de lo importante que es, para que sean más sustentables los sistemas productivos, la mantención de la biodiversidad. 

¿Ese es el beneficio que se busca con el desarrollo sustentable?
Exacto. La biodiversidad siempre va a ser más sustentable porque tal vez utilice un manejo integrado de plagas y va a hacer que se racionalice mejor la utilización de agroquímicos. Todo eso hace también a la sustentabilidad de los sistemas.

¿Se ve también el aspecto climático? 
Si, la cátedra de climatología brinda sus aportes. Se refieren, sobre todo, al calentamiento global. De qué forma, el hecho de que una producción sea más diversa y sustentable, hace que tenga menos impacto en las cuestiones climáticas.
Por ejemplo, la siembra directa fue un gran avance para la agricultura, pero ¿qué pasa? Vino acompañada de toda una tecnología de productos agroquímicos y eso codujo a que no se remueva tanto el suelo. Hay plagas que antes eran depredadas por otros insectos y ahora están bien en el suelo ya que nadie las molesta. Entonces, trajo aparejado toda una incorporación de productos agroquímicos y de tecnología, que por un lado la siembra directa es buenísima, y por otro lado, trajo aparejado otras cosas. 
La pérdida de diversidad tiene que ver con, por ejemplo, las grandes inundaciones que tenemos o la pérdida de bosques.

¿Cuáles son los resultados que ven tras este primer año del proyecto?
En realidad, nosotros, no medimos todavía resultados. Lo que sí observamos, por ejemplo, es que las escuelas tienen una gran demanda para que vayamos a darles charlas a los chicos. Es decir, en que haya una vinculación de la Universidad con los sistemas de educación media. Y los chicos siempre están interesados; si bien uno trabaja con adolescentes que están en 5° o 6° año, dependiendo la escuela, para ellos estos temas son de interés porque les va a servir para el futuro. Es importante sembrar la semilla, crear la conciencia y que eso les quede.

¿Con qué instituciones trabajan?
Está destinado a escuelas agrotécnicas de la zona. Sin embargo, vino un grupo de escuelas primarias, adaptamos la charla y le dimos los contenidos, de forma más sencilla, a los chicos.
El tema es que por el tiempo no pudimos incluir tantas escuelas. Pero la idea es que si vemos que a los  chicos realmente les interesa, quizás lo seguimos más adelante.
Hoy en día trabajamos con la Escuela Granja de Esperanza, la Escuela de Educación Técnica n° 380 de María Juana, la Escuela Cantón de Zárate de Sa Pereira y la Escuela Agrotécnica Monseñor Vicente Zaspe de Emilia.

Para este segundo año, ¿qué actividades tienen planeadas?
En septiembre empezamos con las charlas, talleres y salidas a campos. La idea es que en algún momento hagamos un encuentro entre todos, sacar conclusiones, debatir. El tema es el costo del transporte, estamos viendo cómo solucionar eso. Porque, como mencioné, son escuelas de la región y no todas están cerca.

¿Qué se les enseña?
Básicamente que con pequeños cambios o modificaciones, hacen a mantener la diversidad, la sustentabilidad. Que no sean cosas que uno las vea y piense “esto está bárbaro pero no lo voy a poder hacer nunca”. Por ejemplo, una de las cuestiones que está de moda es mantener las malezas en el borde de los cultivos, porque ahí se reproducen los insectos benéficos.

Para contactarse
El proyecto cuenta con una página de Facebook “Proyectos de Extensión FCA”  en el cuál se comparten ideas, fotos y documentos entre las diferentes instituciones que participan de este trabajo. 

 

Lucía Gastaldi