El Consejo Directivo de la Facultad de Ciencias Agrarias (UNL) eligió al nuevo decano y vicedecano para la gestión 2014 – 2018.
En la sesión, realizada en el Aula Magna de dicha facultad, fueron electos el Dr. Norberto Gariglio como decano y el Dr. Carlos Bouzo como vicedecano.



Ante un Aula Magna colmada de público, entre los que se destacaban autoridades universitarias, de la FCA, profesores, personal no docente, estudiantes y graduados, los consejeros representantes de cada claustro llevaron adelante el comicio con total normalidad.



Consenso y pasión
En primer lugar, Norberto Gariglio agradeció “a los nuevos consejeros por el honor que me confieren con este mandato como decano de la Facultad de Ciencias Agrarias, tanto a mí como a Carlos (Bouzo) como vicedecano”.
En segundo lugar y como contraparte, “quiero expresarles mi absoluto compromiso de dar todo de mí para llevar adelante una adecuada gestión, tal como ustedes esperan. Creo que tenemos muchos desafíos y básicamente voy remarcar tres”



En tal sentido, se refirió al institucional. “En términos generales, creo que nuestra institución desde hace tiempo ha cambiado su dinámica de crecimiento. Esto básicamente nos lo hacen ver quienes nos visitan y se muestran asombrados de los cambios que han ocurrido y ocurren en la Facultad. Creo que uno de los objetivos fundamentales será potenciar esa dinámica de crecimiento, pero también encauzarla y tratar de que las crisis de crecimiento propias de ese desarrollo no nos desordenen ni desborden”.
Desde el punto de vista personal, consideró que “desde la gestión debemos ayudar a que cada grupo de trabajo, cada estamento de la comunidad tenga sus propios proyectos, tenga su propia motivación. Hoy la sociedad, las instituciones o el profesionalismo no sólo exigen gente capacitada y responsable. Hoy hay que lograr un plus, que es la pasión por lo que uno hace. Para ello, hay que estar contentos en el lugar de trabajo; hay que estar motivados haciendo lo que a uno le gusta y en un entorno favorable. Como comunidad, debemos tratar de que los que están a nuestro lado sientan ese entorno deseable, confianza y bienestar” destacó Gariglio.
A ello agregó que “siempre propuse el consenso. Quienes me conocen saben que mi estilo para trabajar y desarrollarnos es el consenso. Ahora les pido, además del consenso, pasión”.
En tercera instancia, “desde el punto de vista tecnológico,  la vorágine  tecnológica en la que estamos inmersos constituye un gran desafío que van a enfrentar las ciencias agrarias”.
Precisamente, para Gariglio “esa vorágine amenaza con avasallar nuestra capacidad de interpretación y de adaptación. Tenemos que tener una mirada muy amplia, interdisciplinaria de este fenómeno para que realmente podamos dar a nuestros alumnos la mejor formación y también llegar al medio con el mejor mensaje en este aspecto”. 
En lo que refiere al crecimiento mencionado anteriormente, “es momento de hacer un paréntesis para honrar, recordar y agradecer a quienes aportaron y trabajaron por esta institución, desde el Padre Kreder hasta todos los que conformamos el presente”.
A modo de reflexión, Gariglio sostuvo: “¿Cómo definir la grandeza o impacto de una institución? Se me ocurre definirla con una pregunta: ¿Sería posible imaginar esta región sin los casi 2000 graduados que ha generado esta Facultad y los muchos otros que ha generado la Facultad de Ciencias Veterinarias? Creo que es imposible imaginar esa situación” reflexionó.
Por último expresó estar viviendo “una situación especial de alegría, pero también de mucha ansiedad y de temor. Creo que es el estado previo a jugar una gran final, sumado a  la gran responsabilidad que implica este cargo y, tal vez, a que no pensé que éste era mi lugar. Para darles tranquilidad, les quiero decir que esta sensación ya la he percibido en otros momentos claves de mi vida y siempre en esas circunstancias se ha expresado lo mejor de mí. Estoy seguro que esta sensación es realmente la que mejor me sienta. Por lo tanto, estoy convencido que este cascarón se transformará en el decano que ustedes necesitan”.



Proyecto común
Por su parte Carlos Bouzo adhirió a las palabras de Norberto Gariglio agregando que es importante “comprometerlos a todos a que recorramos estos cuatro años en un proyecto común que vamos a ir construyendo día a día”.