PRÁCTICA PROFESIONAL AGRONÓMICA

“Evaluación de dos métodos no destructivos para determinar biomasa en los cultivos de alfalfa”

Alumno: Facundo Eberhardt
Tutor Interno: Ing. Agr. Melisa Delbino
Tutor Externo: Méd. Vet. José Maiztegui

INTRODUCCIÓN: JUSTIFICACIÓN DEL TRABAJO

Los forrajes constituyen una parte importante, y sobre todo más económica, de la alimentación animal. Forman este grupo de vegetales plantas herbáceas, anuales o plurianuales, gramíneas o leguminosas, cuyo aprovechamiento ganadero se puede realizar directamente mediante pastoreo en verde o diferido, como así también conservándolo reduciendo su grado de humedad hasta niveles que permiten su conservación en el tiempo y en el espacio. La producción de forrajes
depende del ambiente donde se desarrolla, por lo que variará según las condiciones climáticas y del suelo de un lugar.
La producción de animales en pastoreo está determinada, fundamentalmente, por la eficiencia y sustentabilidad del sistema pastoril en sí mismo, ya que el resultado medido como producto animal por unidad de área de pastoreo, dependerá de la productividad de las pasturas y por la capacidad de cosecha del animal del forraje disponible para cubrir sus requerimientos de mantenimiento y producción.
La planificación forrajera se realiza con el objetivo de obtener un balance entre el requerimiento animal y la oferta de forraje. El conocimiento de la disponibilidad de Materia Seca (MS) es de suma importancia para definir estrategias de manejo adecuadas, como la determinación de la carga animal, para no tener un sub o sobrepastoreo y permitir el desarrollo de especies forrajeras autóctonas deseables, esto significa un manejo más racional del recurso, traduciéndose en una
mejor productividad del hato ganadero, como así también poder llevar a cabo una planificación de reservas de alimento. Anticipar la disponibilidad de forraje y su demanda, permite saber si se contará con excedentes o si habrá déficit que será necesario cubrir con algún tipo de reserva o concentrado (14).
Normalmente el ajuste de la carga se hace subjetivamente, o sea a “ojo”, pero hay técnicas que permiten hacerlo en base a datos que se toman de las pasturas como por ejemplo, tasa de crecimiento, producción de forraje, altura y disponibilidad, que es la cantidad de pasto total en un determinado momento en una pradera natural o cultivada, la cual se expresa normalmente en kilogramos de MS por hectárea (16).
Los métodos para llevar a cabo el muestreo de forraje dependen principalmente de los objetivos que se persigan y de las condiciones de medición, como lo son la disponibilidad de recursos humanos y materiales, como ser balanza, estufa, etc., la posibilidad de acceso a los lotes, las características de la vegetación, entre otros (20). Además, depende de la precisión que se requiera y la escala de operación. Los métodos aplicados para el conocimiento de la biomasa y su dinámica se pueden agrupar en dos categorías: destructivos y no destructivos.
El método más utilizado para determinar el contenido de MS es el de la eliminación del agua libre por medio del calor, seguida por la determinación del peso del residuo, siendo necesario someter las muestras a temperaturas que aseguren un secado rápido para eliminar pérdidas por acción enzimática y respiración celular (2).
El método más directo para determinar la disponibilidad de forraje es el de cortar y pesar el material vegetal. Esta forma de estimación es clasificada como un método destructivo. Es un método preciso para estimar el rendimiento de forraje, pero normalmente es necesario un gran número de muestras para tener estimaciones confiables.
La presencia de los animales, la orina y heces resultantes de los mismos y el hecho de que las pasturas pueden presentar más de una especie, las convierten en un sistema biológico altamente variable (6). Estos métodos de medición son muy precisos a nivel local, a pesar de que pueden acumular ciertos errores, pero representan un gran costo en términos de tiempo y recursos, y presentan además la desventaja de tener limitaciones en la extrapolación de los resultados a
grandes áreas.
Los métodos no destructivos provocan poco o ningún daño en la vegetación, y han cobrado importancia técnica. Dentro de dichos métodos se cuentan estimaciones visuales, medida de altura de las plantas, volúmenes de los pastos, uso de fotografías y de imágenes satelitales (13).
Los métodos no destructivos aunque son menos precisos que los destructivos tienen la ventaja de requerir menos tiempo y esfuerzo. Su uso se justifica en áreas muy grandes y cuando no hay suficientes recursos para realizar un muestreo destructivo. Diversos autores han puesto énfasis en la importancia de encontrar buenos estimadores de la biomasa aérea a través de métodos indirectos (8; 18; 22).
La magnitud de cobertura verde (canopeo) se ha convertido en una variable no destructiva y relativamente fácil de medir que se emplea para cuantificar la cobertura vegetal activa del suelo a diferentes escalas en el espacio y el tiempo.
En las últimas décadas, las mejoras en la calidad de las imágenes producidas por las cámaras digitales y los dispositivos móviles impulsaron el uso de imágenes digitales para las mediciones del nivel de cobertura verde, a la vez que se han desarrollado métodos de procesamiento de imágenes y software para analizar imágenes digitales.
El objetivo de este trabajo fue evaluar el uso de dos aplicaciones para dispositivos móvil para la estimación de disponibilidad de biomasa (expresada en kg MS/ha) en los cultivos de alfalfa.

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